24 de Octubre : Día Internacional de las Bibliotecas

Hoy se celebra el Día Internacional de las Bibliotecas. Esta fecha fue elegida para recordar la destrucción de la Biblioteca de Sarajevo, en el año 1992 durante el conflicto de los Balcanes y se conmemora en España gracias a la iniciativa que tuvo al respecto la Asociación de Amigos del Libro Infantil y Juvenil.

Vedran Smailović tocando el violonchelo en las ruinas de la Biblioteca Nacional de Sarajevo.

En la noche del 25 de agosto de 1992, la biblioteca fue atacada en cuatro puntos diferentes y alcanzada por 25 proyectiles incendiarios. 40 bombas fueron lanzadas en las calles vecinas imposibilitando salvamento alguno. En pocos minutos,  el rugido de las llamas ensordeció el lugar. Todos los bibliotecarios y muchísimos voluntarios acudieron en seguida y formaron una desesperada cadena para rescatar los libros. Hubo personas que incluso, perdieron la vida en ello. Tristeza, frustación, rabia, impotencia…

De los casi millón y medio de volúmenes, sólo quedaron  las cenizas. Solo un 10 % de los documentos escapó a la destrucción. Los restos ennegrecidos de todolo demás, de un valor cultural e histórico incalculable, flotaron sobre la ciudad durante los días siguientes.

«el cielo estaba oscurecido por el humo de los libros, páginas calcinadas se levantaban en el aire, flotaban por un instante y volvían a caer como una nieve negra por toda la ciudad»

Leyendo el Blog del «Rincón del Bibliotecario» encontré este documento: «Cuando la memoria se convierte en cenizas…» Impresionante. Se trata de un documento que relata cómo muchas guerras acaecidas durante el siglo XXI nos han ido quitando parte de nuetra memoria, la memoria de todos nosotros, porque tal y como se cita en el texto «destruir la memoria significa despojar a un individuo o a un grupo de su principal herramienta para darle sentido a su presente, pues el ser humano necesita extraer de su pasado las respuestas necesarias para comprender su actualidad y actuar en la construcción de su porvenir».

“Sabemos que la pérdida de la memoria hipoteca el futuro. Quien no pueda aprender del pasado queda condenado a aceptar el futuro sin poder imaginarlo” (Eduardo Galeano, escritor uruguayo)

Una guerra no implica solamente apoderarse de bienes, personas y territorios: también necesita borrar la memoria del oponente, sus recuerdos, las razones que sustentan su identidad y lo empujan a resistir, a luchar, a vivir. En este sentido, la destrucción de bibliotecas, museos y archivos no sólo es un objetivo de guerra: es una estrategia de destrucción.

Respecto a la destrucción de la Biblioteca de Sarajevo, os dejo también el enlace de un documental de TVE que lo relata de una forma magistral, a mi juicio.

Volviendo a la actualidad, creo que no hay dudas de que corren malos tiempos para la inversión en cultura y entre todos debemos aprovechar la ocasión que nos presta esta celebración para concienciar al resto de la ciudadanía  y reinvidicar el papel que desarrolla el servicio público de préstamos de libros.

Una biblioteca es, por encima de todo, un conjunto de servicios que se ofrecen a una comunidad. Sin duda, esta fecha debiera servirnos para recordar que las bibliotecas públicas son una pieza imprescindible en el desarrollo de cualquier sociedad democrática, y más en estos tiempos, en los que muchos de los cambios en nuestro día a día son tan fugaces que casi no somos concientes de ello.
Las bibliotecas públicas son una institución cultural básica e imprescindible, como un espacio de socialización y de intercambio de ideas, que busca facilitar el acceso a la información y el conocimiento a toda la ciudadanía sin exclusiones.  Son «los nuevos espacios públicos del conocimiento»
Pero para que se sea un espacio público en el que podamos aprovechar todos los conocimientos que nos brinda, tenemos que hacer de las bibliotecas «espacios  vivos». No se trata de disponer de un gran local, ni de los mejores equipamientos, ni de un magnífico fondo documental o ni de las herramientas más modernas para el tratamiento y el acceso a la información. Se necesitan lectores, personas que realmente dan sentido a las bibliotecas.

Y para terminar, permitidme una recomendación más. Leyendo el blog «Bibliospectiva» descubrí un nuevo libro, que justo hace nada, acabo de terminar de leer.

«Las bibliotecas del mundo antiguo», de Lionel Casson

Merece la pena leerlo, es un libro que engancha, sobre todo para aquellos a los que les guste la historia y los libros. Aborda el tema de las bibliotecas en la antigüedad de una forma bastante exhaustiva. Te enseña cómo eran las formas de organización de las primeras bibliotecas, cómo se adquirían y se publicaban los libros en el mundo grecoromano, quiénes eran sus usuarios y cómo la Cristiandad transformó la naturaleza de estas instituciones.

«La Vida Secreta de los Edificios» de Edward Hollis.

Título: La vida secreta de los edificios.

Autor: Edward Hollis

Editorial: Siruela

Género: Arquitectura

ISBN: 9788498415865

Páginas:396

SINOPSIS:

Un edificio nace con la expectativa de permanecer para siempre, pero un edificio es un ser voluble: es habitado y modificado, y su existencia habla de una constante y curiosa transformación. Edward Hollis vuelve a imaginar la historia de la arquitectura de una forma radical y hace un seguimiento de trece edificios para revelarnos la historia oculta del Partenón y la Alhambra, de la catedral de Gloucester y Santa Sofía, de Sans Souci y Notre Dame de París, del Templo Malatestiano y Loreto. Pero también explora monumentos recientes, desde los legendarios Hulme Crescents de Manchester hasta el Muro de Berlín y los parques temáticos de fibra de vidrio de Las Vegas.

Nuestra historia personal está contenida en edificios. La de la humanidad, también. Especial atención a aquellas construcciones en las que hubo una confluencia de culturas. El autor del libro intenta acercarnos a aquellos que no somos arquitectos la biografía de muchos edificios o construcciones que forman parte de la humanidad y que han supuesto un referente para todos. Algunos de los ejemplos que se citan en el libro son el Muro de la Lamentaciones, La Alhambra de Granada, el Muro de Berlin…

Entre todos los edificios, destacar la historia de la Alhambra, por eso de que es la construcción que nos queda más cerca. El autor la define como una “una rareza exótica”. Su historia arranca Boabdil, sigue con los Reyes Católicos y se detiene especialmente en Carlos V. De él cuenta con detalles cómo pasó aquí su luna de miel y cómo después se convirtió para el emperador en un refugio exótico de infinitos secretos… Luego ya se sabe, cayó en un estado de deterioro del que resurgió a finales del XIX gracias a la fama que le dieron escritores y artistas.

Otra historia con la que uno no se queda indiferente es con la del Partenón. Se explica las veces que fue destruido, tres en total, sin contar el terrible terremoto que en 1894 acabó derribando sus columnas de mármol. Llega al presente, que sitúa en 1975, año en el que arrancan las discusiones sobre qué hacer con él. Desde remplazar los restos con réplicas de vidrio hasta no hacer nada. Once años de discusiones hicieron falta para decidir que lo mejor era destruirlo y levantar una réplica, que debía de haberse acabado en 2010, más de 20 siglos después de su construcción. ¿Qué fue de ese proyecto?

Este libro recorre con todo lujo de detalles la historia de la arquitectura universal . Edward Hollis explica que solamente se relatan historias de monumentos y no de otro tipo de edificios en base a la teoría de Adolf Loos, que dice que la arquitectura no tiene el origen en la vivienda, sino en el monumento, porque al fin y al cabo es lo que perdura en la historia. Y es eso lo que relata. Tal y como comenta el autor: “Este es un libro de cuentos sobre la vida que llevan los edificios”