Se inició en Toyota en los años 1960 con el objetivo de lograr lugares de trabajo mejor organizados, más ordenados y más limpios de forma permanente para lograr una mayor productividad y un mejor entorno laboral.
La integración de las 5S satisface múltiples objetivos. Cada ‘S’ tiene un objetivo particular, tal y como se ve en la imagen:
Las 5s se han convertido en un programa muy popular, pero realmente son algo más que colocar pósters en las paredes. Muchas campañas fallan por este efecto escaparate, porque están diseñadas meramente para impresionar y no para hacer mejoras reales en los lugares de trabajo.
De forma muy resumida, para conseguir una buena aplicación de las 5s debemos:
- Asegurar que la alta dirección asume como propios los objetivos del 5s.
- Crear un sistema que estimule la repetitividad y la revisión. Como el entrenamiento y la disciplina se supone que hacen automáticos los buenos hábitos, se necesita de un sistema que estimule la persistencia de las actividades, así como su efectividad.
- Diseñar una estrategia motivadora que mantenga a cada uno consciente de los resultados de sus esfuerzos. Se debe cumplir el principio de obtener buenos resultados por hacer buenas acciones.
Fuente: Ken’ichi Sekine & Keisuki Arai «TPM para una fábrica eficiente» Ed. TGP Hoshin